Pensando diferente: ¡dadme propiedad intelectual y cambiaré el mundo!

En esta entrada pongo a su amable consideración, unas ideas introductorias para que conozcan de qué va mi nuevo libro digital llamado «Pensando diferente: ¡Dadme propiedad intelectual y cambiaré el mundo! (O cómo aprender de activos intangibles con experiencias de Steve Jobs y Apple).

«Nuestras acciones cambian nuestra realidad. Nuestras intenciones tienen importancia. La mayoría de la gente cree que sus acciones tienen consecuencias, pero no consideran detenidamente las implicaciones de esta creencia. Pero Steve sí lo hacía. Creía, al igual que yo, que podemos cambiar el mundo precisamente si obramos de acuerdo con nuestras intenciones y permanecemos fieles a nuestros valores.»

Ed Catmull

A lo largo de su vida Steve Jobs tuvo muchísimas intervenciones y eventos públicos en los que siempre se destacó por su gran manejo y soltura en el escenario. Entre todos destaco el discurso que dio en la universidad de Stanford, que sin lugar a dudas tiene algo único, ya que al no tener un fin publicitario o promocional, nos permitió conocer el lado humano y personal de la vida del fundador de Apple.

Algo que me llamó la atención de ese discurso fue la referencia metafórica que se realizó acerca de los puntos que se conectan a futuro. Me explico mejor: Jobs contaba la historia de que luego de desertar de la universidad a la que asistía, ya que era una fuerte carga económica para sus padres, empezó a enlistarse en clases optativas, por lo que empezó a asistir a una clase de caligrafía, de la que aprendió el arte y la técnica que se requiere para lograr plasmar diferentes tipos de letra, respetando los espacios entre los caracteres, teniendo en cuenta la importancia de las <<serifas>> de las tipografías; en fin, todo lo que se necesita para lograr una excepcional escritura a mano.

Jobs relató que pensaba que nunca iba a encontrar una aplicación práctica para estos conocimientos; sin embargo, cuando estaba trabajando en el primer computador Macintosh, remembró esas enseñanzas y decidió que en el ordenador se diera la opción al usuario de usar la mayor cantidad de fuentes posibles, idea que luego fue adaptada por Windows por lo que bien puede decirse que gracias a esa cadena de sucesos, estos <<puntos que se conectaron>> (que Jobs abandone la universidad; que tome solo cursos optativos; que en esos cursos aprendiera sobre tipografía; que con esta inspiración desarrolle diferentes tipos de fuentes en el Machintosh), al día de hoy todos los que usamos un computador personal tengamos la posibilidad de escoger uno entre varios tipos de letra para redactar nuestros documentos.

Mi historia no llegará a ser tan influyente ni tan interesante, aunque al fin y al cabo es una historia. Lo cierto es que un día visitando los pasillos de una biblioteca buscando nuevos libros–uno de mis pasatiempos favoritos- topé con la edición de bolsillo de la biografía oficial de Steve Jobs, escrita por Walter Isaacson. Decidí adquirirla por curiosidad y para saber más de una persona que siempre se me llamó la atención por su ingenio y por todo lo que envolvía (y envuelve) su figura.

Al ir leyendo la biografía me percaté que en ella se trataban muchos temas de propiedad intelectual y, casi sin darme cuenta, empecé a ir marcando todas las páginas en la que se hablaba de algo que tenga que ver con esta rama jurídica, sin tener en ese momento una idea clara acerca de cómo iba a usar estas selecciones.  Poco a poco seguí leyendo otros libros sobre Apple y Jobs, en los que seguía anotando y separando datos, hechos y toda información en este sentido. Con el paso del tiempo, empecé a comprender que todo lo leído podía tener una aplicación práctica en una obra sobre propiedad intelectual, por lo que la idea de este libro fue madurando, al inicio de manera desordenada y, luego, ya con varios apuntes organizados, decidí sentarme y redactarlo con toda la seriedad del caso. De esta forma, me di cuenta que todos esos puntos se habían unido para lograr un resultado tangible.

He tomado historias como el conflicto entre Los Beatles y Apple por la marca de la manzana; la batalla judicial entre Steve Jobs y Bill Gates por las interfaces gráficas de usuarios; la presentación del primer iPhone, la colaboración creativa con Jony Ive; la relación entre Steve Jobs, George Lucas y Pixar; entre otras. Relatando estas experiencias explico, a través de ellas, el derecho de marcas, nombres comerciales, apariencias distintivas, diseños industriales, patentes y el derecho de autor.

Este libro está rodeado de un sentimiento especial, ya que es sin discusión el texto más ambicioso que he preparado (mis dos obras anteriores solo tocan el derecho de autor y son en todo sentido, menos extensas); sin embargo, lo que más me llena de satisfacción es que al escribir estas líneas recuerdo que gran parte del tiempo y energía que me tomé para elaborarlas, me sirvieron como suerte de terapia cuando estaba recuperándome de una operación –nada serio, gracias a Dios.

Ahora, como aquello que muchos llaman <<Ley de Murphy>> suele atacar, resulta que cuando ya pensaba que mi tarea había concluido, se aceleró la aprobación del Código Orgánico de la Economía Social del Conocimiento, Creatividad e Innovación (el denominado <<Código Ingenios>>), lo cual me obligó a revisar todo el texto para corregir lo que había sido modificado. No me quejo tampoco, ya que de esto pude sacar mucho provecho, ya que pude actualizarme con las nuevas normas y, sobre todo, estuve a tiempo de integrar los cambios en este texto.

Esta obra trata de compaginar tres cosas: doctrina sobre propiedad intelectual; normas jurídicas de la materia; y, sobre todo, las mejores historias posibles sobre el creador de Apple que guarden relación con la propiedad intelectual. ¿Lo habré logrado? La respuesta la tiene usted, querido lector.

Por ello, este libro no está dirigido solo a abogados o a estudiantes de derecho, sino también a todo emprendedor y empresario que quiere sacar el máximo provecho a sus activos intangibles. Hay que grabarse que ningún negocio es tan pequeño que no tenga algo por proteger en cuanto a su propiedad intelectual.

«Pensando diferente: ¡Dadme propiedad intelectual y cambiaré el mundo! (O cómo aprender de activos intangibles con experiencias de Steve Jobs y Apple), está disponible en todas las tiendas digitales:

https://www.bebookness.com/pensando-diferente-dadme-propiedad-intelectual-y-cambiare-el-mundo-alfredo-cuadros-anazco

P.D.: Algo que me ha sorprendido mucho es que el día viernes pasado pude ver que mi libro había alcanzado el primer lugar de la lista de los más vendidos en Amazon, en la categoría de libros de derecho en español. Así que, muchas gracias a todos.

 

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