La oportunidad perdida. 

Hoy escribo estas líneas (es la noche del 20 de abril de 2016) con sentimientos encontrados. Hoy el señor Presidente de la República ha anunciado las medidas económicas a adoptarse por la situación generada a raíz del terremoto que ha azotado a nuestro país.  
Las medidas en sí (su análisis) se las dejaré a los especialistas en economía y de tributación que seguro tendrán mucho por lo que hablar y escribir estos días. Me quiero centrar en lo que me parece importante: la búsqueda de soluciones a largo plazo a la situación actual. 

Las medidas propuestas me parecen impregnadas de una visión cortoplacista, son apenas un parche, no están pensadas para buscar un efecto perdurable. No sé si influyó en nuestro Presidente la circunstancia real que su periodo está por acabarse el próximo año y no tener la seguridad que su sucesor (fuere del color y sabor que fuere) vaya a seguir por la misma vía. 

El tema es que veo que las personas que no están en el sector público no ven una equivalencia en las prestaciones en la otra orilla. Ven que el funcionario trabajará igual y verá mermado su sueldo de un día, mientras que los que estamos fuera (sobre todo los que ejercemos la profesión) debemos producir primero para nosotros y luego costear los incrementos.  

Se habla mucho de las sabatinas, ejercicios que para mí cada vez tienen más un tinte de ceremonia religiosa y me parecen más un rito de exhibición de poder y hasta de vanidad que una “rendición de cuentas”; sin embargo, hay que ser realistas, así se suspendan todas las sabatinas hasta que acabe este gobierno, no se reuniría ni la décima parte de lo que se necesita para superar y reconstruir los poblados más afectados. Empero, volvemos a la equivalencia, el ciudadano de a pie, ese que ha dado lo poco o mucho que tiene o que le sobra, ese que ha dado su tiempo y esfuerzo para hacer donaciones, que se ha privado de cosas que le gustan con tal de ayudar, entiende y comprende que no hay retribución del mandatario.  

Para alguien que tanto ha promocionado la creatividad como herramienta para salir de la situación previa al terremoto, creo que ha caído en lo más fácil y simple, que es afectar al bolsillo. Aquí la creatividad se quedó guardada y olvidada en el cajón de algún triste burócrata que le tocará ir obligado a una sabatina. 

Ejemplos de pueblos que han sobrevivido y renacido de crisis y sucesos terribles hay muchísimos. ¿Porqué no estudiar (solo por poner un caso) las medidas jurídicas, económicas, sociales que llevaron al resurgimiento de Alemania para ver si algo se puede aplicar aquí?. ¿Porqué no atraer empresas extranjeras que inviertan y se queden en el país con facilidades tributarias a cambio de ofrecer estabilidad por al menos 10, 15 años a damnificados que estén en condiciones de prestar un servicio?.  

Por esto creo que el Presidente ha perdido una oportunidad histórica para dejar un legado brillante, de pasar a la historia como el gobernante que puso y arrimó el hombro para levantar a su pueblo. No creo que haya mala intención (de esto estoy seguro), por lo que espero no sea muy tarde para enderezar el sendero.  

Por último, que esto no sea un factor que nos desenfoque de lo vital: la ayuda a nuestros compatriotas.  

Nos quedan días duros y depende de nosotros comprobar que estamos a la altura de la circunstancias. 

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