Conforme a lo mencionado en post anterior, ahora quiero participarles los antecedentes que motivaron la decisión del Tribunal Constitucional alemán para exponer la tesis de la irradiación de los derechos fundamentales.
Esta entrada sí tiene que ver con el Derecho de Autor, ya que todos los hechos encuentran su remoto origen en un libro que recogía la vida de Joseph Jüss Oppenheimer, que fue asesor del Duque Carlos Alejandro –nombres españolizados- de Würtemberg.
Este libro fue inspiración para la realización de una película sobre la vida de Jüss Oppenheimer. Mas no cualquier película. Esta producción cinematográfica fue realizada en el año 1940 en Alemania, y fue promovida por (nada más y nada menos) Joseph Goebbles en aquella época Ministro de Propaganda del régimen nacional socialista.
Como podemos imaginarnos, una de las tareas de Goebbles en aquel cargo era la de buscar por todos los medios posibles –prensa, radio, televisión, filmes-, difundir la propaganda del gobierno de Hitler; por un lado, y, por otro, realizar contenidos que tiendan a mostrar una imagen negativa del pueblo judío, a través de distintas formas de expresión.
Por ello se produjeron hasta documentales para sustentar este propósito, uno de ellos “El judío eterno”. Una de las películas que se concretaron bajo esta misión fue la titulada “El judío Süss”, basada en la vida del mencionado Jüss Oppenheimer que había sido relatada en un libro biográfico. Sobra decir que se acomodó la historia para apoyar la imagen negativa que se quería vender al público, al punto que se llegó –por pedido manifiesto de Goebbles- a cambiar el final de la película, que inicialmente mostraba al judío Süss caminando de manera altiva a su ejecución, por uno en que el protagonista despojado de todo honor y orgullo rogaba por su vida. Por ejemplo, también se dispuso que la apariencia del personaje sea mefistofélica y maléfica, lo cual difería con la apariencia real del Jüss histórico.
La veracidad de los hechos relatados en la película han sido siempre discutidos, a pesar que se la anunciaba como una recreación precisa, lo cierto es que salvo ciertos sucesos –Jüss realmente murió ejecutado-, en la cinta se le atribuyen ejecuciones, abusos, sobre los cuales no se ha encontrado sustento veraz.
La obra cinematográfica fue dirigida por el alemán Viet Harlan, quien luego de la guerra fue incluso juzgado en 1949 por crímenes contra la humanidad por haber difundido a través de sus películas la ideología nacional socialista y la discriminación hacia los judíos. Harlan pudo defenderse al argumentar que su trabajo fue controlado estrictamente por funcionarios de gobierno.
Otra de sus películas “Amada inmortal” se estrenaría en 1951, año en que el escritor, periodista y también director Erich Lüth llamó a un boicot contra la misma y contra Harlan –por su pasado vinculado al tercer Reich-, conflicto que fue evolucionando y culminó con el famoso fallo que supone un hito en la historia de los Derechos Fundamentales.
Muchas gracias por su visita.