Secom (TM)

(Escribo esta entrada aún con la conmoción del nuevo temblor acaecido en Ecuador, el cual lo sentí de una manera terrible, puesto que me sorprendió mientras estaba en mi despacho, situado en un noveno piso, donde como nunca antes –literal- me sentí mareado ante el vaivén que ocasionaron los movimientos.)

Este post encuentra su razón de existir en una noticia que fuera publicada el pasado sábado 14 de mayo de 2016 en el diario El Comercio bajo el titular “La Secom registró en el IEPI la información pública que produce”, lo cual despertó mi curiosidad puesto que sabía desde el primer momento que iba a ser material de análisis para este blog. (http://www.elcomercio.com/actualidad/secom-registro-iepi-informacionpublica-ecuador.html )

En primer lugar una crítica al medio de comunicación, dado que –sobre todo- en el párrafo inicial de la nota encontramos varias imprecisiones, a saber:

  • Este párrafo reza: “El nombre de la Secretaría Nacional de Comuniación (Secom) está registrado como una marca en el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI). Y de esta forma, bajo el marco de los derechos de autor, las producciones que elabora con recursos públicos sobre el Mandatario, por ejemplo, se encuentran “protegidas”.

Observaciones:

  • Se realiza una mezcla entre los derechos marcarios y los derechos de autor. Me explico mejor: el hecho que se registre el nombre de una determinada entidad pública como marca, no tiene que ver con los registros sobre las obras y otras prestaciones protegidas, que están reguladas por el derecho de autor.
  • La marca tiene que ver con el régimen de la propiedad industrial y, como se conoce, confiere a su titular el derecho al uso exclusivo en el comercio –con limitaciones, claro está- por un tiempo de diez años que pueden ser renovados de manera indefinida. El derecho de autor, por su parte, tiene que ver (reitero) con la protección de las obras.
  • Para proteger una marca se necesita una resolución que la apruebe, mientras que una obra basta que sea creada para que sea protegida.
  • Por esto, entre la primera y segunda oración que conforman este párrafo se advierte un desconocimiento de las normas básicas de la propiedad intelectual y los diferentes regímenes que amparan diversos bienes inmateriales, ya que el hecho que se obtenga el registro de una marca, no tiene mayor con la protección de otras obras que vendrían a ser las “producciones” que elabora la Secom.

Resulta un poco chocante que un medio tan grande como El Comercio haya incurrido en este tipo de errores, cuando debió al menos buscarse un criterio de un especialista para una asesoría sobre la precisión de términos que tienen que ver con un área tan focalizada como es la propiedad intelectual, teniendo en cuenta el gran número de lectores del diario.

Dicho esto, voy al segundo punto que lo considero más importante. En el texto de la noticia se indica que el titular de la Secom, Patricio Barriga, ha señalado que lo que se busca con estos registros y protección jurídica es que “Como instituciones del Estado es nuestra obligación garantizar que derechos fundamentales a la dignidad, buen nombre, imagen, honor, sean protegidos; también los derechos de propiedad intelectual” (sic).

Es decir, la Secom busca que mediante el amparo de la propiedad intelectual –entre otras cosas- se evite el “uso indebido de imágenes y videos” (sic), todo esto a propósito de la aplicación “mashimachine”, sobre la cual ya he hablado en dos ocasiones en este blog. (https://alfredocuadros.com/2016/05/01/la-mashimachine/ )

En el reportaje se resalta que la Secom ha presentado reclamos a Twitter a unas 14 cuentas que de acuerdo a la posición de la institución vulneraban los derechos de autor y, además, la nota termina señalando que “Según la Secom hay aplicaciones en los portales, que pueden generar “conmoción” en la gente, que no conozca que se trata de ficción, de algo editado. En los portales se recuerda que es material de uso público y gratuito”.

Con estos antecedentes, unas breves reflexiones:

  • El hecho de registrar a la Secom como marca, en realidad no debería llamar mucho la atención. El registro no significa de ninguna forma que nadie más podrá usar la referida denominación en algún contexto o para emitir alguna crítica, comentario o juicio.
  • Si la intención de la Secom es tratar de invocar las normas de propiedad intelectual para proteger el uso de todo o parte de los videos de las famosas sabatinas que son casi una marca registrada de este gobierno –me salió fina la ironía-, en mi criterio hay un error de conceptos muy grande.
  • Los espacios de la sabatina no son de uso libre por el hecho de ser financiadas con fondos públicos –aclarando que a partir de ahora se ha señalado que las mismas continuarán con donaciones y aportes privados-, sino mas bien por la propia propiedad intelectual. Los discursos e intervenciones del presidente en estos espacios son objeto de protección por el derecho de autor es verdad, sin embargo, se permiten ciertos usos de estos por terceros en razón de fines superiores, conforme el propio sistema lo permite (insisto, para esto, los invito a leer esta entrada https://alfredocuadros.com/2016/05/01/la-mashimachine/ ).

Es más que evidente que al hablarse de aplicaciones que pueden generar “conmociones” se están refiriendo a la tan invocada “mashimachine”. Más allá de cualquier análisis bajo la lupa del derecho de autor, debe tenerse en cuenta que la ´”mashimachine” está ahí para todos los ciudadanos: mujeres, hombres, niñas, niños, jóvenes, adolescentes; y, sobre todo, tanto para opositores y defensores del régimen, por lo que estos últimos bien la pueden utilizar para expresarse en favor del gobierno; es decir, está disponible para cualquiera que tenga una conexión a internet y un dispositivo que le permita tener acceso, por lo que se llega a la conclusión que más que la aplicación en sí misma, lo que ha molestado es el uso mayoritario que se la ha dado.

Como cierre de esta entrada no me queda más que agradecer en estas líneas a mi colega Fabrizio Peralta, gran abogado cuyo criterio jurídico respeto mucho, que en más de una ocasión me ha pedido en redes sociales que toque estos temas que tienen que ver con la propiedad intelectual.

Gracias por la visita.

 

 

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La «mashimachine»

Recuerdo hace algunos meses atrás que mi hermano me enseñó un video de YouTube en que se mostraba nada más ni nada menos que al propio Barack Obama “cantando” la canción “Sexy and I know it”. Bueno, no la cantaba en el sentido tradicional de la palabra, sino que un usuario de internet se había dado el trabajo de buscar en varias intervenciones públicas del presidente de los EEUU las palabras y fragmentos requeridos para recrear la primera estrofa de la canción, agregando además música para crear el efecto cómico completo, que reconozco para mí fue rotundo, sobre todo al agregarse sobre el final a Obama bailando con una artista (que creo es Thalía). Si hacemos una búsqueda un poco más completa veremos que hay videos del mandatario en los que “interpreta” varias canciones del momento.

En nuestro ámbito local, el portal en internet llamado “4 pelagatos”  (http://4pelagatos.com/ )  que tiene una posición frontal crítica con el gobierno ha puesto a disposición de todos la llamada “mashimachine”, aplicación que permite al usuario ingresar palabras y frases que luego serán armadas por videos y expresiones de nuestro presidente Econ. Rafael Correa. Según pude constatar, este artilugio 2.0 funciona así:

  • Se ingresa al portal de la “mashimachine” (http://mashimachine-prod.us-east-1.elasticbeanstalk.com/#form ) .
  • En el portal se hace una breve explicación de los motivos que llevaron a implementarlo (como son más políticos, los dejaré fuera de este análisis).
  • El usuario lo que debe hacer es ingresar palabras y ver si están disponibles, luego hay que hacer click en donde se lee “crear video”.
  • Luego de unos instantes, veremos varios videos de nuestro presidente en su habitual espacio de las sabatinas diciendo las palabras que antes buscamos en la aplicación (en lo personal, para probar cómo funcionaba esta aplicación puse las palabras “esto es una prueba” y luego de la espera respectiva, salieron varios fragmentos de videos del presidente en varias sabatinas diciendo lo referido).
  • La aplicación proporciona los botones para compartir el video creado en diversas redes sociales.

Para su funcionamiento, la “mashimachine” cuenta con una enorme base de datos de palabras y videos de las más de cuatro centenares de sabatinas, que permite que los usuarios puedan hacer varias búsquedas y como resultado hacer decir varias cosas que van desde canciones (a lo Barack Obama), hasta otras declaraciones que pueden sonar descabelladas.

La “mashimachine” se ha vuelto viral. En estos días que ha estado “on-line” es normal ver cualquier red social los diversos videos creados y que son compartidos por varios ciudadanos, unos con afán humorístico aunque la mayoría con una gran carga política.

Todo esto me puso a pensar si la “mashimachine” o mejor dicho, su implementación y usos puede ser considerada como violatorio a la propiedad intelectual dado los diversos elementos que se necesitan para su funcionamiento. Por ello hago las siguientes reflexiones:

  • Las intervenciones del presidente en las sabatinas bien pueden ser calificadas como discursos públicos, los cuales son originales, por lo que bien son obras protegibles.
  • Por otra parte, al ser las sabatinas emitidas por canales de televisión, también pueden ser protegidas por la vía de los derechos conexos.
  • La imagen (que incluye apariencia física y voz) del presidente también se protege de acuerdo con nuestra Ley de Propiedad Intelectual y la Constitución.

Todo esto apuntaría a que la “mashimachine” vulnera varios derechos, sin embargo, debemos tener en cuenta:

  • Acorde con nuestra legislación vigente de propiedad intelectual la imagen de toda persona no puede ser difundida –aunque se hable de fotografía, retrato, busto puestos en el comercio- a menos que se trate de acontecimientos con fines científicos, didácticos o culturales o con hechos o acontecimientos de interés público o que se hubieren desarrollado en público.
  • Los eventos de las sabatinas son eventos públicos que suscitan el interés de la sociedad y de los ciudadanos, sean o no simpatizantes del gobierno.
  • Toda persona que ejerce un cargo público –sobre todo un cargo de alta importancia como la presidencia- debe estar consciente que por el hecho de estar más expuesto a la sociedad, debe soportar con mayor tolerancia críticas y hasta burlas por lo que diga o deje de decir.
  • Todos tenemos el derecho a la libertad de expresión garantizado en nuestra Constitución.

Entoces, analizaré en concreto la “mashimachine” en dos aristas: la del portal que la provee y por los usuarios.

Por parte del portal: es evidente (y así lo reconocen) que para el buen funcionamiento de la aplicación han tenido que acceso a todo el gran contenido que comprenden todas y cada una de las sabatinas que ha encabezado nuestro presidente. Aquí entonces cabe preguntarse, ¿Es este material susceptible de compartirse de esta forma?. Me aventuro a decir que sí, esto es, que el uso que se le da a las intervenciones del presidente con la “mashimachine” –vaya, que no me canso de escribir este nombre- está dentro de los límites no solo de las normas de propiedad intelectual sino además de las constitucionales.

Por parte de los usuarios: la participación es más para producir pequeños videos que bien podrían situarse como parodias de intervenciones del presidente, amén del ejercicio a la libertad de expresión. Ahora bien, el portal deja en claro que no se hace responsable de los resultados concretos que se puedan armar, lo cual me pone a pensar en lo que sucedería si alguien hace uso de la “mashimachine” para injuriar a una persona y colgar este insulto en varias redes sociales. En este caso, es claro que se ha cometido un delito y que el responsable sería quien armó y colgó en la web este video.

En fin, considero que esta aplicación “mashimachine”  -reitero- funciona dentro de los límites legales y constitucionales permitidos. Más allá de esto, la polémica está servida, puesto que según el propio portal han recibido varios ataques informáticos que han logrado sacarla de línea aunque sea por tan solo unos minutos.  La “mashimachine” está en funciones y ha sido el comentario del momento en el fin de semana que marcó el inicio del mes de mayo, llegando a ocupar por varias horas el primer lugar de las tendencias a nivel nacional en Twitter.

Vamos a ver cómo termina este “mashimachinicidio”.

Gracias por la visita.