Siempre me ha parecido bastante útil extraer consejos concretos prácticos de las experiencias que se tienen en el libre ejercicio de la profesión. En este 2017 he tenido varias audiencias en juicios cuyo procedimiento se rige con el COGEP, que me han dejado una serie de lecciones, por lo que me gustaría compartir algunas que considero bastante prácticas y útiles.
Doy por descontado que todo abogado que acuda a una audiencia del COGEP debe estar bien preparado con su caso, por lo que este pequeño listado de recomendaciones no está orientado a abarcar los detalles de fondo de los procesos.
Con estas breves palabras, pongo a su consideración estas recomendaciones:
1.- Llegar con suficiente antelación a las audiencias.
Siempre sostengo que una de las cosas que deben distinguir a los abogados –sobre todo los que litigamos- es nuestra puntualidad. En mis clases resaltaba bastante a menudo que nos toca ser precavidos en extremo para no pasar apuros en nuestras diligencias.
Es ya conocido que si patrocinamos al actor nuestra presencia es indispensable, so pena de la declaratoria de abandono de nuestra causa. Tenemos que prever además que si no contamos con una procuración judicial con cláusula para transigir, debemos asegurarnos que el cliente acuda a tiempo. No tienen idea los momentos de ansiedad que me han tocado pasar al ver que la hora fijada para la audiencia está por llegar y el cliente no aparece. No podemos permitirnos calcular mal nuestro tiempo, recordemos el triste atraso de los abogados de la Procuraduría General del Estado en la audiencia de juzgamiento contra nuestro actual vicepresidente de la República, lo que causó un revuelo a todo nivel en el país.
Por esto, debemos medir bien nuestro día cuando tenemos audiencia. Tenemos que saber el tiempo aproximado que nos tomará llegar a la corte, lo que nos permitirá además esquivar cualquier imprevisto como el cambio de sala a última hora, el tráfico y tantas otras situaciones.
2.- Planificar cada paso de las audiencias.
Para mis audiencias realizo un detalle de cada una de las etapas y la manera en la que considero que pueden desarrollarse.
Por poner un ejemplo, si estoy preparando una audiencia única en un juicio sumario voy haciendo una anotación de todo: (1) si hay alegación de nulidad o no, preparación de excepciones previas; (2) factores a tomar en cuenta para evaluar si puede existir conciliación; (3) cuáles serían los puntos de debate; (4) resumen de puntos más importantes para mi alegato inicial; (5) repaso de las pruebas presentadas; (6) objeciones sobre la prueba solicitada por la contraparte; (7) puntos que quiero acreditar con mis testigos, preparación de preguntas; (8) apuntes para mis alegatos.
Este documento lo elaboro a mano y lo llamo –muy pretenciosamente- “HOJA DE RUTA”. Es de muchísima ayuda, sobre todo para tratar de estar al mismo ritmo del juez, quien es el que dirige la audiencia y me ayuda siempre a tomar más rápido las decisiones en aspectos que pueden cambiar la suerte del juicio, como lo es, por citar un caso, la fijación de los puntos de debate. Si no se tiene claro desde un inicio los puntos que queremos sean incluidos como parte del debate, es posible que se quede fuera algún punto que nos conviene, lo cual incluso puede conducir a que nos rechacen pruebas que consideremos importantes.
3.- Estar atento a las apelaciones, sobre todo de los autos interlocutorios.
Me ha causado extrañeza ver ya tres casos en los que los abogados de la contraparte no apelaron de la sentencia que se dictó a favor de mis defendidos. Sobre todo llama la atención, porque del desarrollo de la audiencia respectiva, se notaba que mis colegas querían pelear hasta el final, “hasta el último respiro”, sus planteamientos. ¿Qué sucedió entonces? A mi parecer, se olvidaron de apelar.
La clave está en que hay estar muy atentos a las decisiones que se toman durante la audiencia, me refiero a los autos interlocutorios y a las sentencias. Debemos tener presente que los autos interlocutorios se dictan respecto de la validez de los procesos, de las excepciones previas y de las pruebas.
Un asunto que me parece importante: no todos los jueces anuncian que han terminado de dictar un auto interlocutorio. En mi primera audiencia con el COGEP, el juez negó una prueba que había solicitado, por lo que en el auto la rechazó. El juez se limitó a dar su decisión y guardar silencio por unos tres segundos, durante los cuales me preguntaba si iba a decir algo más o, si ese silencio significaba que la decisión ya estaba tomada y que ese era todo el auto interlocutorio. El juez retomó la palabra y en ese mismo momento tuve que decirle que apelaba del auto interlocutorio. Recuerdo que el juez me dijo algo así como “para eso estoy guardando silencio unos segundos, para ver si alguien quería apelar”.
Sería bueno que los jueces especifiquen que ya han terminado de dictar el auto interlocutorio y que incluso pregunten a las partes si tienen algo que señalar sobre el mismo (de mis audiencia he visto tan solo a un par que lo han hecho). Esto nos ayudaría a los litigantes para saber en qué oportunidad puede impugnar el auto, si es que lo considera conveniente, claro está.
Por otra parte, con la sentencia pasa lo mismo. Ciertos jueces comunican la sentencia y guardan silencio, sin mayor anuncio, tan solo esperando a ver si alguna de las partes deduce algún recurso. En cierta ocasión, un juez recalcó que había ya terminado de expresar su fallo y consultó con los abogados si teníamos algo que señalar sobre el mismo. Esto sería lo ideal para todos, ya que evitará que algún abogado que se olvidó de apelar diga después que no se le dio el tiempo necesario para impugnar la decisión.
4.- Anotar lo actuado.
Tomar apuntes y anotaciones con orden y claridad (¡La idea es que se entiendan por quien vaya a leerlas!) también me ha servido muchísimo. Pensemos en que nos toca acudir a la audiencia de segunda instancia en un juicio que ya no recordamos tanto los detalles de las actuaciones. Les garantizo que dejar constancia de las actuaciones con nuestro puño y letra nos ayudará a recordar mejor el tema y armar mejor nuestra intervención.
Los registros escritos también son de muchísima utilidad para fundamentar las apelaciones, en especial la de los autos interlocutorios, ya que al consultar nuestras anotaciones sobre lo actuado en audiencia y los motivos que dio el juez para emitir su decisión, nos permitirá preparar mejor nuestra fundamentación de la apelación. Ni hablar de la importancia de los apuntes para preparar un recurso de casación que se sustenta en las declaraciones de algún testigo o de un momento particular de una audiencia, los que podemos recabar con mayor facilidad gracias a los registros escritos.
En fin, estos son mis recomendaciones prácticas para audiencias con el COGEP. Me gustaría saber si tienen otras.
Gracias por su visita.
Gracias por su aporte, muy útil.
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Gracias por leer el blog.
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