Los estándares de prueba para determinar responsabilidad en los procesos civiles y penales norteamericanos.

En la fatídica noche del 12 de junio de 1994, en Los Ángeles, California, se perpetró el horrible asesinato de Nicole Brown Simpson y Ron Goldman. Esta tragedia desencadenó una serie de sucesos que tuvieron su punto cúspide en el mediático juicio penal que se siguió contra O.J. Simpson, a la época exgloria deportiva e ídolo en los Estados Unidos de América. La fiscalía argumentó que Simpson mató a ambas personas en un ataque de celos, ya que Nicole fue su esposa y sospechó de que las víctimas mantenían un romance.

El juicio penal contra O.J. Simpson hasta el día de hoy sigue generando interés. Existen varios artículos, libros, documentales, series de televisión, que se han creado tomando como base los hechos que rodearon a este caso, el cual fue llamado en su momento como “el juicio del siglo”.

Uno de los abogados defensores de O.J. Simpson fue el reconocido F. Lee Bailey (+), quien escribió el magnífico libro The truth about the O.J. Simpson Trial, by the architect of the defense (Skyforce Publishing, 2021), el cual -sin exagerar- ya lo he leído tres veces. En los últimos capítulos de este libro, Bailey hace un análisis breve sobre lo que podemos llamar estándares probatorios para establecer responsabilidad (ya sea civil o penal) en el sistema judicial anglosajón.

Como casi todos conocemos, O.J. Simpson fue declarado inocente luego de un extenso y controversial proceso que atrapó la atención del público nacional e internacional; tal es así, que a pesar de que a la fecha del juicio quien escribe estas líneas tenía apenas unos trece años, recuerdo bien que las noticias locales daban bastante espacio para su cobertura.

Ahora bien, se suele pasar por alto que el padre de Ron Goldman, luego del veredicto absolutorio para el acusado, movido por la convicción de que no se había hecho justicia en su causa, decidió entablar un juicio civil en contra de O.J. Simpson, pidiendo básicamente una reparación económica por el dolor y sufrimiento causados por el terrible crimen que le quitó la vida a Goldman. Este segundo juicio comenzó en octubre de 1996, y culminó con la condena en contra de Simpson, en la que debía cubrir el pago de algo más treinta y tres millones de dólares a los familiares de Ron Goldman, cantidad que nunca pudo ser pagada en su totalidad (según relata Bailey en su citado libro, a pesar de que Simpson era un hombre acaudalado, los costos de su defensa en el juicio penal mermaron mucho sus finanzas).

Siempre me ha parecido curioso que en el sistema norteamericano, si una persona es absuelta en un juicio penal (que puede ser por un delito grave, como el asesinato), igual puede ser condenada a cubrir una fuerte indemnización producto de un juicio civil que se base en los mismos hechos. Es por esto que, a pesar de que Simpson ganó una tremenda batalla a la fiscalía en el proceso penal que se siguió en su contra, no pudo evitar ser juzgado, y más aún, ser vencido en un juicio civil, a pesar de que los dos juicios tuvieron los mismos hechos como antecedentes.

F. Lee Bailey explica que algunas decisiones tomadas por el juez que sustanció el juicio civil contra Simpson -el honorable Hosaki Fujisaki-, fueron perjudiciales para su defensa, ya que les cercenó la posibilidad de presentar ante el nuevo jurado varias pruebas que fueron determinantes en el juicio penal. Por ejemplo:

  • El juez excluyó los comentarios racistas del detective Mark Furhman, así como el testimonio que éste rindió en el juicio penal. Hay que recordar que el detective Furhman fue considerado el testigo estrella de la fiscalía en el juicio penal, ya que fue él quien encontró el guante ensangrentado en la casa de Simpson (sobre el cual hay sospechas fundadas de que él mismo lo plantó). Los abogados de Simpson en el juicio penal lograron demostrar que Fuhrman era en tipo racista, que ya tenía antecedentes de mal manejo de evidencia en casos pasados; es decir, lo desacreditaron totalmente.
  • También se inadmitió que en el juicio civil se presenten pruebas sobre el mal manejo de la evidencia científica en la escena del crimen de Nicole Brown Simpson y Ron Goldman. Esto fue un duro golpe en el proceso civil, ya que uno de los puntos fuertes de la defensa de Simpson en el juicio penal, fue demostrar que los detectives y otros agentes que recolectaron evidencias importantes (como sangre, muestras de huellas, etc.), no habían tenido el cuidado necesario, lo que causó la contaminación de las mismas. De igual forma, se demostró en el juicio penal que el propio laboratorio estatal, donde se analizaron las muestras, hubo un negligente procedimiento.

Todo esto allanó el camino para que se logre una condena en el juicio civil contra O.J. Simpson.

Bailey también realiza una breve explicación sobre las diferencias “probatorias” para demostrar responsabilidad en los juicios civil y penal que se entablaron contra Simpson:

“En un juicio civil la prueba solo necesita estar sustentada por una probabilidad, no “más allá de una duda razonable” (la traducción es propia, la frase en idioma original es “In a civil trial the proof only needs to be supported by a probabilty, not “beyond a reasonable doubt.””).   

En otras palabras, es claro que en el juicio penal, la fiscalía tuvo que probar más allá de toda duda razonable que Simpson cometió los crímenes, por lo que -en teoría-, la defensa pudo dedicarse solo a defenderse (créanme, la redundancia es intencional), e intentar crear duda en la mente de los jurados; mientras que en el juicio civil, la parte demandante tenía que probar tan solo que existía la probabilidad de que Simpson cometa el atroz crimen de Ron Goldman.

Comprendo que este tema da para un ensayo mucho más amplio que esta humilde entrada; sin embargo, creo que es suficiente para comparar con los criterios que se manejan en nuestro sistema para determinar responsabilidades en casos tanto civiles como penales.

En este mismo blog ya he comentado sobre el libro de F. Lee Bailey, por lo que les dejo estos enlaces si tienen la curiosidad de saber más sobre esta obra: https://alfredocuadros.com/2021/12/18/el-libro-de-f-lee-bailey-sobre-el-juicio-de-o-j-simpson-parte-i/

Gracias por la lectura.

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