¿CÓMO USAR UNA OBRA SIN PERMISO?

Estimados todos. Quiero compartir a través de este espacio la que espero sea mi primera de varias obras jurídicas sobre propiedad intelectual. El mejor título que se me ocurrió utilizar es el que encabeza este post, el cual –aunque puede parecer controversial- considero que es el mensaje sencillo que quiero transmitir, y que consiste en que se puede utilizar la obra de terceros siempre bajo los lineamientos que nos proporcionan las propias normas.

Lo que busco con el libro es una misión puntual mas no sencilla, que consiste en tratar de dejar atrás esa noción que se ha generalizado sobre el Derecho de Autor, que bloquea en vez de incentivar el desarrollo de las nuevas creaciones. He puesto mucho esfuerzo en ser práctico y didáctico con el tono del libro en general, por lo que espero sea de mucha utilidad no solo a abogados sino a protagonistas de industrias culturales como publicistas, músicos, directores, guionistas y demás.

Pueden encontrar información del libro en la web de la editorial Edino: http://www.editorialedino.com.ec/index.php/libros/editorial-edino/como-usar-una-obra-sin-permiso-detail

El contenido del libro (ISBN: 978-9978-21-078-9) es el siguiente:

– Introducción al Derecho de Autor.
– Introducción a los límites y excepciones.
– Dominio público.
– Abuso del copy & paste. Respecto del llamado “derecho de cita”.
– ¿Y dónde está la parodia?.
– ¡Mi obra arquitectónica salió en el cine! (¡Y no recibí nada a cambio!). Sobre obras ubicadas en lugares públicos.
– Nunca te olvides de citar la fuente al informar.
– Si cantas en misa no debes pagar remuneración al autor.
– Los apuntes que tomas en clase son para uso personal.
– Otras excepciones y limitaciones.
– Reflexión final.

Incluyo en el libro diversos diagramas que grafican las excepciones y limitaciones del Derecho de Autor, además de una traducción del fallo expedido por la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito del caso Leibovitz vs. Paramount Pictures Corp, sobre un caso de parodia de obra fotográfica.

El libro es relativamente corto (120 páginas). Resalto el espectacular diseño de portada realizado por el joven artista y diseñador Ivo Kolich.

Espero el libro sea un aporte y ayuda importante a quien lo consulte, no busco más pretensiones que sea un texto accesible y comprensible por todos.

Agradezco a todos los que han mostrado interés en la publicación.

Acompaño reportaje del Diario El Universo sobre el evento de lanzamiento.

http://www.eluniverso.com/vida-estilo/2014/11/08/nota/4195171/derechos-autor-resumidos-libro?src=menu

Hasta una próxima entrada.

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CONTENIDOS MUSICALES ECUATORIANOS (PARTE 2)

Continuando con este tema, considero oportuno adentrarme ya en el texto como tal del “Reglamento para la Aplicación del Artículo 103 de la Ley Orgánica de Comunicación sobre contenidos musicales”. El nombre escogido es bastante descriptivo y no es de sorprenderse que con la sola lectura del mismo podamos intuir –con bastante aproximación- de qué va el Reglamento.

El Reglamento inicia con nada más y nada menos que 15 párrafos de exposiciones de motivos, los cuales, de acuerdo al formato oficial que se encuentra en la propia página web del Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación (CORDICOM), ocupa tres páginas y un cuarto. El articulado es algo breve, tiene nueve artículos y una Disposición Final, por lo que aspiro y espero terminar de cubrirlo en apenas dos entradas.

En primer lugar me parece digno de resaltar que la relativamente extensa exposición de motivos (sobre todo si la relacionamos con los artículos) invoca varias normas constitucionales, de tratados internacionales y nacionales que tratan sobre la Propiedad Intelectual, lo cual a mi parecer es una muestra de la innegable circunstancia que esta área jurídica se complemente muy bien con otras ramas.

En concreto se citan los Arts. 322 y 377 de la Constitución, el Art. 27, numerales 1 y 2 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los artículos 4, 5 y 8 de la Ley de Propiedad Intelectual (LPI).

Se menciona además la Disposición Transitoria Sexta de la Ley Orgánica de Comunicación (LOC), que estable los grados y el tiempo en el que los medios deberán concretar el 50% de contenidos musicales ecuatorianos, a saber:

PRIMER AÑO  ——- 20%

SEGUNDO AÑO——35%

TERCER AÑO———-50%

Ahora bien, el Art. 1 del Reglamento –no voy a tipear todo el nombre-, señala cuál es el objeto de esta normativa, indicando que está dirigida a determinar mecanismos de la aplicación de lo que llama “contenidos musicales” ecuatorianos. Esta concepción puede sonar amplia e imprecisa, por lo que el Reglamento lo delimita lo que sea (1) producido (2) compuesto (3) interpretado y (4) ejecutado en el Ecuador.

Ante esto refiero mi reflexión inicial: En primer momento pensé que lo que iba a distinguir un contenido musical ecuatoriano de otro iba a ser precisamente la nacionalidad de las personas que intervenían en la creación, o en su ejecución o interpretación (que son diversos); empero, la norma señala, siguiendo la línea del Art. 103 de la LOC, que si se cumple cualquiera de los cuatro escenarios anotados en párrafo anterior en territorio nacional, estamos ante contenido musical ecuatoriano, por lo que se infiere que no es necesario la presencia de un autor, productor o músico del país para tal efecto.

El Art. 2 del Reglamento establece la obligación de la aplicación del mismo para todas las “estaciones de radiodifusión sonora que difundan contenidos musicales”. El Art. 7 de la LPI señala que el organismo de radiodifusión puede ser de radio o televisión. En este caso tanto la LOC como este Reglamento enfatizan el carácter sonoro, por lo que se asume que está destinado a las radios.

El Art. 3, una vez más del Reglamento en cuestión, define lo que debe entenderse por (a) Autor, intérprete o ejecutante novel, (b) Autor, intérprete o ejecutante reconocido, y (c) contenidos musicales.

La definición proporcionada para los contenidos musicales la dejaré para los técnicos –quizás me anime a pedirle a algún amigo músico que me la aclare en términos más comprensibles-. Me interesa ver un poco las otras dos categorías.

Antes que nada me parece que se pudo haber redactado mejor las categorías porque se daría a entender que el autor puede ser intérprete o ejecutante, lo cual es errado desde la perspectiva de la Propiedad Intelectual, y que es sobre la cual se construyó la norma conforme a la amplia exposición de motivos. Imagino que lo correcto es señalar que pueden haber: (1) autores nóveles y autores reconocidos, y en igual sentido, (2) artistas intérpretes ejecutantes nóveles y reconocidos.

La distinción que hago no es trivial, la LPI y la doctrina en la materia separa claramente ambas figuras, el autor es la persona natural que crea la obra, mientras que el artista es quien la representa, canta, lee, recita, interpreta o ejecuta. Se dice que el artista intérprete es aquel que utiliza solo su expresión corporal para esto (ejemplo una actriz), mientras que el ejecutante es el que requiere de algún instrumento (el caso más claro es el músico).

El Reglamento diferencia al autor y al artista novel del reconocido, trazando la línea de separación entre ambos dependiendo si sus contenidos musicales han sido difundidos en medios de comunicación social. Aquí considero que existe una vez más un concepto que puede prestar confusión, dado que si nos apegamos estrictamente a la definición una vez que cualquier autor o intérprete llega a ser difundido por cualquier medio deja de ser novel y pasa a la lista de reconocido. Creo que este esfuerzo en realizar la diferenciación de estos casos no resultó muy afortunado, ya que quizás la intención era de tratar de dar espacio a autores o intérpretes nacionales que no son aún muy conocidos por el público –aunque determinar cuál es el parámetro para ser conocido o no vía reglamento es muy complicado-.

Por lo pronto dejo hasta aquí estos comentarios…